TRASTORNO DEPRESIVO
DEFINICIÓN
Se caracteriza por una tristeza de una intensidad o un duración suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una disminución del interés o del placer despertado por las actividades. Se desconoce la causa exacta, pero probablemente tiene que ver con la herencia, cambios en las concentraciones de neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina y factores psicosociales. (Rojas, 2006)
SÍNTOMAS
(Cornieles, P. (2018). Diagnosticar la depresion con la inteligencia artificial. Recuperado de https://ia-latam.com/2018/12/10/diagnosticar-la-depresion-con-la-inteligencia-artificial/
- Tristeza severa, con llanto frecuente que no alivia.
- Humor depresivo. Se siente desdichado y afligido, con pensamientos pesimistas:
- Sobre el pasado.
- Sobre el presente.
- Sobre el futuro.
- Apatía o desmotivación.
- Anergia: Falta de energía con tendencia a permanecer en la cama, y sensación de agotamiento.
- Anhedonia: No sensaciones de placer en situaciones, o con personas, con las que anteriormente se disfrutaba. Aislamiento de las actividades sociales.
- Retardo psicomotor, con lentitud de movimientos, alternando en ocasiones con agitación e inquietud continuada, probablemente por la intensa ansiedad acompañante.
- Ansiedad, con frecuentes elementos somáticos, lo cual puede confundir al paciente y al médico, ya que la consulta es por síntomas de los que no se encuentran las causas (depresión somatizada).
- Irritabilidad.
- Falta de concentración y memoria.
- Empeoramiento de los síntomas en fragmentos del día, en función del subtipo de depresión.
- Trastornos del sueño: Insomnio de mantenimiento, asociado a pensamientos depresivos. En algunos casos se asocia a exceso de sueño durante el día.
- Descenso del apetito y adelgazamiento progresivo.
- Decremento del interés por el sexo y dificultades de la respuesta sexual.
- Ideas de muerte. La pueden desear pasivamente para liberarse del sufrimiento. Pueden desembocar en pensamientos de suicidio e intentos del mismo, más frecuentes en mujeres pero más consumados en hombres. (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales - 5 ª edición , American Psychiatric Association, 2013 ).
DIAGNOSTICO
Criterios clínicos (DSM-5)
Hemograma, electrolitos y tirotrofina, vitamina B12 y folato para descartar trastornos físicos que puedan producir depresión
El diagnóstico de los trastornos depresivos se basa en la identificación de los signos y síntomas (y los criterios clínicos descritos anteriormente). Para poder diferenciar los trastornos depresivos de los cambios de ánimo normales, debe existir angustia significativa o deterioro en el funcionamiento social, laboral o en otras áreas importantes.
Varios cuestionarios breves están disponibles para la detección sistemática. Existen varios cuestionarios breves disponibles para el examen de detección que ayudan a provocar algunos de los síntomas de depresión, pero no pueden usarse sólo para diagnóstico. Una serie de preguntas cerradas específicas ayudan a determinar si los pacientes tienen los síntomas que requiere el DSM-5 para el diagnóstico de depresión mayor.
La gravedad se determina por el grado de dolor y discapacidad (físico, social, ocupacional) y también por la duración de los síntomas. Un médico debe preguntar delicada pero directamente a los pacientes sobre cualquier pensamiento o planes de dañarse a sí mismos o a los otros, cualquier amenaza o intento de suicidio previos, y otros factores de riesgo. La psicosis y la catatonía indican depresión grave. Las características melancólicas indican depresión grave o moderada. Los problemas físicos coexistentes, los trastornos por abuso de sustancias y de ansiedad agravan el cuadro.
VIDEO
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"Así se vive la depresión"
Intensamente imágenes de alegría, furia, temor, tristeza y desagrado. (2015). Recuperado de https://imagenesparapeques.com/intensa-mente-imagenes-de-alegria-furia-temor-tristeza-y-desagrado/
CLASIFICACIÓN
Depresión mayor (trastorno unipolar)
Los pacientes tienen un aspecto triste, con ojos llorosos, ceño fruncido, comisuras de la boca hacia abajo, postura decaída, escaso contacto visual, ausencia de expresión facial, pocos movimientos corporales y cambios en el habla. El aspecto puede confundirse con el de una enfermedad de Parkinson. En algunos pacientes, el estado de ánimo depresivo es tan profundo que se acaban las lágrimas; dicen que son incapaces de sufrir las emociones habituales y sienten que el mundo se ha vuelto anodino y apagado.
La nutrición puede sufrir un deterioro importante, que requiere una intervención inmediata.
Algunos pacientes con depresión descuidan su higiene personal o incluso a sus hijos, otros seres queridos o a sus mascotas.
Para el diagnóstico de depresión mayor, ≥ 5 de los siguientes síntomas deben haber estado presentes casi todos los días durante un período dado de 2 semanas, y uno de ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de interés o placer:
Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades la mayor parte del día
Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o aumento del apetito
Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o hipersomnia
Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el mismo paciente)
Fatiga o pérdida de energía
Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o un plan específico para suicidarse
Trastorno depresivo persistente
Los síntomas depresivos que persisten durante ≥ 2 años sin remisión se clasifican como trastorno depresivo persistente, una categoría que consolida trastornos anteriormente denominados trastorno depresivo mayor crónico y trastorno distímico.
Los síntomas generalmente comienzan de forma insidiosa durante la adolescencia y pueden durar muchos años o décadas. La serie de síntomas a menudo fluctúa por encima y por debajo del umbral del episodio depresivo mayor.
Los pacientes afectados pueden presentarse habitualmente negativos, pesimistas, sin sentido del humor, pasivos, obnubilados, introvertidos, hipercríticos respecto de sí mismos y de los demás y quejumbrosos. Los pacientes con trastorno depresivo persistente también es más probable que tengan ansiedad subyacente, abuso de sustancias o trastornos de la personalidad.
Para el diagnóstico del trastorno depresivo persistente, los pacientes deben haber tenido un estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, con más días presente que ausente durante ≥ 2 años, más ≥ 2 de los siguientes:
Falta o exceso de apetito
Insomnio o hipersomnia
Baja energía o fatiga
Baja autoestima
Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones
Sentimientos de desesperanza
Trastorno disfórico premenstrual
El trastorno disfórico premenstrual implica síntomas de ánimo y ansiedad que están claramente relacionados con el ciclo menstrual, con inicio en la fase premenstrual y un intervalo libre de síntomas después de la menstruación. Los síntomas deben estar presentes durante la mayoría de los ciclos menstruales durante el pasado año.
Las manifestaciones son similares a las del síndrome premenstrual pero son más intensas, causando malestar clínicamente significativo y/o notable deterioro de la actividad laboral o social. El trastorno puede comenzar en cualquier momento después de la menarquia; puede empeorar a medida que la menopausia se acerca, pero cesa después de la menopausia. La prevalencia se estima en 2 a 6% de las mujeres que menstrúan en un intervalo dado de 12 meses.
Para el diagnóstico del trastorno disfórico premenstrual, los pacientes deben presentar ≥ 5 síntomas durante la semana anterior a la menstruación. Los síntomas deben comenzar a remitir a los pocos días después de la aparición de la menstruación y son mínimos o nulos en la semana después de la menstruación. Los síntomas deben incluir ≥ 1 de los siguientes:
Notables cambios de ánimo
Notable irritabilidad o furia o aumento de los conflictos interpersonales
Estado de ánimo muy depresivo, sensación de desesperanza y pensamientos de desvalorización personal
Marcada ansiedad, tensión o nerviosismo
Además, debe estar presente ≥ 1 de los siguientes:
Disminución de interés en las actividades habituales
Dificultades para concentrarse
Baja energía o fatiga
Marcado cambio en el apetito, atracos o antojos de alimentos específicos
Hipersomnia o insomnio
Sentimiento de que las cosas lo superan o que está fuera de control
Síntomas físicos tales como hipersensibilidad en las mamas o hinchazón, dolor articular o muscular, distensión abdominal y aumento de peso
Otro trastorno depresivo
Los conjuntos de síntomas con características de un trastorno depresivo que no cumplen todos los criterios para otros trastornos depresivos, pero que causan malestar clínico significativo o deterioro del funcionamiento se clasifican como otros trastornos depresivos (especificados o no especificados).
Se incluyen los períodos recurrentes de disforia con ≥ 4 otros síntomas depresivos que duran <2 semanas en personas que nunca han cumplido los criterios para otro trastorno del ánimo y los períodos de depresión que duran más tiempo, pero que no incluyen suficientes síntomas para el diagnóstico de otro trastorno depresivo.
(Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales - 5 ª edición , American Psychiatric Association, 2013 )
Laberinto
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INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
Beck Depression Inventory
El Inventario de Depresión de Beck (BDI) es uno de los test más empleados y cuenta con traducciones en castellano validadas en España para todas sus versiones, desde la original de 1961, pasando por la versión revisada de 1978 (BDI-IA), hasta la versión más reciente de 1996 o segunda edición (BDI-II), adaptada por Sanz et al. El objetivo de este instrumento es detectar la presencia de síntomas depresivos y cuantificar su gravedad.
El BDI-II es un instrumento autoaplicado de 21 ítems y en cada uno de ellos la persona tiene que elegir, entre cuatro alternativas ordenadas de menor a mayor gravedad, la frase que mejor describe su estado durante las últimas dos semanas. Cada ítem se valora de 0 a 3 puntos en función de la alternativa escogida y, tras sumar directamente la puntuación de cada ítem, se obtiene una puntuación total que varía de 0 a 63 (los puntos de corte para los distintos grados de depresión de la versión original y de la adaptación española.
Respecto a la versión anterior (BDI-IA), el BDI-II reemplazo los ítems de pérdida de peso, cambio en la imagen corporal, preocupación somática y dificultades en el trabajo por otros de nueva creación (agitación, sentimientos de inutilidad, dificultad de concentración y perdida de energía). Además, se modificaron los ítems de pérdida de apetito e insomnio para que pudieran evaluar tanto las disminuciones como los aumentos del apetito y sueño y se introdujeron modificaciones en varias de las afirmaciones usadas para valorar otros síntomas. Por otro lado, se extendió a dos semanas el marco temporal para medir la presencia e intensidad de los síntomas depresivos.
(TERAPIA PSICOLÓGICA 2012, Vol. 30, N° 1, 5-13 Copyright 2012 by Sociedad Chilena de Psicología Clínica ISSN 0716-6184 (impresa) · ISSN 0718-4808).
ÁREAS DEL CEREBRO AFECTADAS POR EL TRASTORNO DEPRESIVO
Nassar, F. (2019). La depresión puede afectar físicamente al cerebro. Recuperado de https://greenarea.me/es/282083/la-depresion-puede-afectar-fisicamente-al-cerebro/
Tres partes del cerebro se ven directamente afectadas por la depresión: el hipocampo, la amígdala y la corteza prefrontal. En la siguiente imagen las observaremos en detalle.
SOPA DE LETRAS
Un reto para tu cerebro.......
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"Depresión, cambios en el cerebro"
Descubren que la depresión provoca inflamación cerebral. (2018). Recuperado de https://okdiario.com/ciencia/depresion-inflamacion-cerebral-1902269
LA TERAPIA COGNITIVA DE AARON BECK
Aaron Beck es elegido como uno de los cuatro médicos más influyentes del siglo XX. (2018). Recuperado de https://noticias-psicologia.cpaaronbeck.com/2017/09/aaron-beck-es-elegido-como-uno-de-los-4-medicos-mas-influyentes-del-siglo-20/
La idea principal de la Terapia Cognitiva es que las personas sufren por la interpretación que realizan de los sucesos y no por éstos en sí mismos. Por tanto, Aaron Beck, interesado por el tratamiento de la depresión, desarrolló un modelo para el tratamiento de esta patología que posteriormente extendió a otros trastornos.
El modelo de Beck, son una parte importante de las estrategias que se emplean dentro de la terapia cognitivo-conductual pues, a través de la reestructuración cognitiva, un individuo es capaz de modificar el modo de interpretación y valoración subjetiva de los hechos y de las situaciones que vive, y de esta manera se estimula a éste para que altere los esquemas de pensamiento desordenados y se vea a sí mismo y al mundo de forma más realista y adaptativa.
Este tipo de terapias cognitivas (o cognitivo-conductuales) reciben el nombre de "terapias relacionales o de reestructuración cognitiva", pero también existen otro tipo de terapias cognitivas como son: las terapias de entrenamiento de habilidades para afrontar y manejar situaciones o las terapias de resolución de problemas.
(Aaron T. Beck y Emily A.P. Haigh. Annu. Rev. Clin. Psychol. 2014. 10: 1-24.)
CRUCIGRAMA
Prueba tu destreza mental
EVALUACIÓN DE CONOCIMIENTOS
En el siguiente enlace se evidenciara una evaluación de conocimientos respecto a la temática de trastorno depresivo.
CORTOMETRAJE
"ESTOY BIEN"
FACTORES DE RIESGO DEL TRASTORNO DEPRESIVO
Guarch, J. Navarro, V (2018). Trastorno depresivo. Recuperado de https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/trastorno-depresivo/causas-y-factores-de-riesgo
•Presencia de niveles de estrés o ansiedad elevados por un período de tiempo prolongado.
•Maltrato físico o psíquico en los primeros años de vida.
•Genéticos. Tener uno o más familiares de primer o segundo grado afectados por un trastorno depresivo, un trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad. Es posible que también sea un factor de riesgo el tener un antecedente familiar de abuso de alcohol.
•Personalidad. Tener algún rasgo de personalidad muy extremo, por ejemplo, inseguridad intensa, perfeccionismo elevado, etc.
•Enfermedades no
psiquiátricas. En especial,
algunas enfermedades endocrinológicas, reumatológicas, cardiovasculares y
neurológicas.
•Uso de fármacos. En especial los corticoides, el interferón y algunos
antihipertensivos.
(González Lugo, S., Pineda
Domínguez, A., & Gaxiola Romero, J. C. (2018).
Depresión adolescente: factores de riesgo y apoyo
social como factor protector. Universitas Psychologica,
17(3), 1-11. https://doi.org/10.11144/Javeriana.upsy1
7-3.dafr)
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