ESTRÉS POSTRAUMATICO

INTRODUCCIÓN 

¿ Que es el Estrés Postraumatico?

Es un problema de salud mental que algunas personas desarrollan luego de presenciar o ser testigos de un evento que amenaza la vida, como el combate de guerra, un desastre natural, un accidente de tránsito, o agresión sexual.

 CRITERIOS DEL DSM-5 PARA EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMATICO

žExposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes como lo afirma  (Medline plus,2020): 

žExperiencia directa del suceso(s) traumático(s). žPresencia directa del suceso(s) ocurrido a otros. žConocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o accidental. ž

Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso(s) traumático(s) (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil). (p.4). 

Usted puede desarrollar TEPT a cualquier edad. Muchos factores de riesgo juegan un papel en si tendrá TEPT. como lo refiere (Martinez,2019) Estos incluyen:

žSu género: Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar TEPT.

 žHaber tenido traumas en la infancia. ž

Sentir horror, impotencia o miedo extremo.

žPasar por un evento traumático que dura mucho tiempo.

žTener poco o ningún apoyo social después del evento žSufrir estrés adicional después del evento, como la pérdida de un ser querido, dolor y lesiones, o la pérdida del trabajo o del hogar.

žTener antecedentes de enfermedades mentales o uso de sustancias.(p.45). 

Atención Para el Trastorno de Estrés Postraumático

žLa OMS amplía ahora sus objetivos incluyendo la atención para el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el estrés agudo y el duelo como parte de ese programa mundial.

 ALTERACIONES NEGATIVAS EN COGNICIONES Y ESTADO DE ÁNIMO

Las alteraciones referidas según (Fernández,2018,p.4) afirman respecto a la incapacidad para recordar características clave del evento traumático.

Persistentes (y frecuentemente distorsionadas) creencias negativas y expectativas acerca de si mismo o del mundo. 

Culpa persistente y distorsionada hacia uno mismo u otros por causar el evento traumático o por las consecuencias. Persistentes emociones negativas relativas al trauma Disminución importante del interés en actividades que antes del incidente eran significativas. 

Sentirse separado de los  afectos limitados: incapacidad persistente para experimentar emociones positivas. 

VÍDEO DE ESTRÉS POSTRAUMATICO


TRASTORNOS DE ESTRÉS POSTRAUMATICO UNA HUELLA DEL COVID-19

Como si de una guerra se tratara, pero con un protagonista microscópico el covid -19, ha dejado huella en la población Española . Sobre todo en aquellas que hayan vivido situaciones extremas y delicadas durante un tiempo prolongado en el tiempo, como los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, auxiliares de clínica ) policías, entre muchos otros grupos profesionales que han vivido situaciones muy traumáticas, impactantes, muy duras y sin medidas de protección para salvaguardar su propia vida. (Mora,2019,p.7).

PROTAGONISTA DEL TRASTORNO 

Catástrofes naturales: terremotos, pandemias, tsunamis, huracanes, incendios, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, inundaciones, etc.
•Tragedias provocadas por la mano del hombre: guerras; atentados terroristas; asesinatos; agresiones físicas violentas; tortura; secuestro; diversas formas de abuso sexual; distintas formas de maltrato psicológico o emocional como el acoso laboral (mobbing) y el acoso escolar (bullying).
•Accidentes y enfermedades: caídas, golpes, ahogamientos, atragantamientos; accidentes automovilísticos, aéreos, ferroviarios o navales (naufragio); derrumbamientos, explosiones, incendios; muertes violentas de algún familiar.(Mora, 2019,p.5). 

¿Cuáles son sus síntomas?

Hay cuatro tipos de síntomas de TEPT, pero pueden no ser los mismos para todos. Cada persona experimenta síntomas a su manera. como lo menciona( Javela, 3018,p.76). Los tipos son:

Volver a experimentar
los síntomas (reviviscencia) Algo le recuerda el trauma y siente ese miedo de nuevo. Se incluyen:
•Flashbacks. Le hacen sentir como si estuviera pasando por el evento nuevamente. No son simples recuerdos de un suceso traumático; el cuerpo revive la situación, se acelera el ritmo cardíaco y te hace sentir como si te fuera a dar un infarto, sube al máximo la intensidad de la reacción de lucha o huida, la sensación de miedo es tan abrumadora que resulta inhumana, la ansiedad es incapacitante, tienes dificultad para respirar y piensas que querías morirte para no tener que recordar ese terrible suceso que ahora da forma a tu vida.

•Pesadillas.
•Pensamientos aterradores.

Síntomas de evasión
Intentar evitar situaciones o personas que desencadenan recuerdos del evento traumático. Esto puede hacer que usted:
•Evite lugares, eventos u objetos que le recuerden la experiencia traumática. Por ejemplo, si tuvo un accidente automovilístico, podría dejar de conducir.
•Evite pensamientos o sentimientos relacionados con el evento traumático. Por ejemplo, puede intentar mantenerse muy ocupado para evitar pensar en lo que sucedió.

Síntomas de hipervigilancia y reactividad
Estos pueden causar nerviosismo o estar atento al peligro. Incluyen:
•Sentirse fácilmente sobresaltado.
•Sentirse tenso o «al límite»
•Dificultad para dormir (insomnio).
•Tener arrebatos de ira.

Síntomas cognitivos y del estado de ánimo
Consisten en cambios negativos en creencias y sentimientos. Incluyen:
•Problemas para recordar cosas importantes sobre el evento traumático.
•Pensamientos negativos sobre uno mismo o el mundo.
•Sentir culpa y remordimiento
•Perder interés en cosas que antes nos gustaban. Es lo que en medicina hablamos de anhedonia.
•Problemas para concentrarse.
Los síntomas generalmente comienzan poco después del acontecimiento traumático. Pero a veces pueden tardar en aparecer meses o años.
Si los síntomas duran más de cuatro semanas, causan una gran angustia o interfieren con la vida laboral o personal es cuando puede existir consecuencias graves y se deben poner medidas urgentes, ayuda psicológica, para remediar cuanto antes un grave problema de salud mental.  

 CAMBIOS NEGATIVOS EN EL PENSAMIENTO Y EN LOS ESTADOS DE ANIMO

Los síntomas de los cambios en el pensamiento y en los estados de ánimo pueden ser según lo dice (Mendoza, 2017,p.4):

  • Pensamientos negativos sobre ti mismo, otras personas, o el mundo en general
  • Desesperanza acerca del futuro
  • Problemas de memoria, incluso no recordar aspectos importantes del suceso traumático
  • Dificultad en mantener relaciones cercanas
  • Sentirte distanciado de tus familiares y de tus amigos
  • Falta de interés en las actividades que antes te gustaban
  • Dificultad para sentir emociones positivas
  • Sentirte emocionalmente insensible

CAMBIOS EN REACCIONES FÍSICAS Y EMOCIONALES 

Los síntomas de los cambios en las reacciones físicos y emocionales (también llamados síntomas de excitación) pueden ser como lo refiere (Santos,2017):

  • Asombrarte o asustarte fácilmente
  • Estar siempre alerta al peligro
  • Conducta autodestrucción, como por ejemplo beber en exceso o conducir demasiado rápido
  • Trastornos del sueño
  • Dificultad en concentrarse
  • Irritabilidad, arrebatos de ira o conducta agresiva
  • Sentimientos abrumadores de culpa o vergüenza

En los niños de 6 años y menores, los signos y síntomas también pueden incluir:

  • Recrear el evento traumático o aspectos de este a través del juego
  • Sueños aterradores que podrían o no incluir aspectos del evento traumático

INTENSIDAD DE LOS SÍNTOMAS 

Con el tiempo, los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden variar en intensidad. Puedes tener más síntomas de trastorno de estrés postraumático cuando estás estresado en general o cuando te encuentras con cosas que te recuerdan lo que atravesaste. Por ejemplo, puedes escuchar el petardeo de un auto y revivir experiencias de combate. O puedes ver un informe en las noticias acerca de una agresión sexual y sentirte abrumado por los recuerdos de tu propia agresión.

¿COMO SE DIAGNOSTICA EL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMATICO? 

Un profesional de la salud con experiencia en ayudar a personas con enfermedades mentales puede diagnosticar TEPT. El proveedor realizará una prueba de salud mental y también puede hacer un examen físico. Para obtener un diagnóstico de TEPT, debe tener todos estos síntomas durante al menos un mes como lo refiere (Murcia & londoño, 2018):

  • Al menos un síntoma de reviviscencia
  • Al menos un síntoma de evitación (evasión)
  • Al menos dos síntomas de hipervigilancia y reactividad
  • Al menos dos síntomas cognitivos y anímicos.(p.67).

FOTOGALERIA 

 PREVALENCIA 

Las situaciones de emergencia causan malestar a la mayoría de las personas, que se manifiesta, por ejemplo, en forma de ansiedad y tristeza, desesperación, trastornos del sueño, cansancio, irritabilidad o ira y/o dolor así mismo ( Saen, 2018) afirma que:

Estos efectos son habituales y suelen mitigarse con el tiempo. Sin embargo, es previsible que la prevalencia de los trastornos mentales frecuentes, como la depresión y la ansiedad, se duplique durante las crisis humanitarias.

La carga de enfermedades mentales en las poblaciones afectadas por conflictos es muy elevada: de acuerdo con una revisión realizada por la OMS que incluyó 129 estudios realizados en 39 países, el 22% de las personas (es decir, más de una de cada cinco) que han vivido en una zona afectada por un conflicto en algún momento de los 10 años previos sufre depresión, ansiedad, trastorno por estrés postraumático, trastorno bipolar o esquizofrenia.(p.78). 

Recuperarse de eventos aterradores

Es natural tener miedo después de que algo aterrador o peligroso ocurra. Cuando siente que está en peligro, su cuerpo responde con una avalancha de químicos que lo ponen más alerta. Esto se llama respuesta de "huida o lucha". Nos ayuda a sobrevivir a eventos que amenazan la vida.

EFICACIA DE LA RESPUESTA DE EMERGENCIA 

Las directrices internacionales sobre salud mental y apoyo psicosocial en situaciones de emergencia refrendadas por la OMS recomiendan proveer estos servicios a varios niveles, desde la asistencia básica hasta la clínica. Además, la atención clínica a la salud mental deben prestar profesionales especializados en la materia, como personal de enfermería psiquiátrica, psicólogos o psiquiatras, o bien otros profesionales supervisados por ellos.(OMS,2016).



ASISTENCIA COMUNITARIA 

La asistencia comunitaria y el apoyo psicosocial se debe reforzar, por ejemplo, creando o restableciendo grupos comunitarios cuyos miembros resuelvan conjuntamente problemas y participen en actividades como la ayuda humanitaria de emergencia o la capacitación, y haciendo participar a las personas vulnerables y marginadas, entre ellas las que padecen trastornos mentales.(Murcia, 2019,p.5). 

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS 

Los primeros auxilios psicológicos, que deben prestar personas que actúen en el terreno -en particular profesionales sanitarios, docentes y voluntarios formados para ello- proporcionan apoyo afectivo y práctico en primera instancia a las personas que sufren malestar psíquico agudo debido a un acontecimiento reciente.

Todos los centros sanitarios deben contar con profesionales sanitarios cualificados u otros trabajadores de la salud a quienes se supervise, con el fin de prestar servicios clínicos básicos de salud mental a personas que presenten trastornos que se consideran prioritarios, como la depresión, los trastornos psicóticos, la epilepsia, el alcoholismo y otras adicciones a sustancias.

También deben participar en la respuesta especialistas o trabajadores comunitarios del sector socio sanitario, debidamente cualificados y supervisados, a fin de ofrecer a las personas que sufren un malestar prolongado intervenciones psicológicas, por ejemplo, intervenciones para resolución de problemas, terapia de grupo interpersonal y terapia cognitivo-conductual.(Mendoza, 2018.p.9). 

PARA RECORDAR...

La protección y promoción de los derechos de las personas con problemas de salud mental y discapacidades psicosociales graves es particularmente importante en las emergencias humanitarias, e incluye las visitas, el seguimiento y el apoyo en instituciones psiquiátricas y residencias geriátricas.

Es necesario establecer vínculos y sistemas de derivación entre los especialistas en salud mental, los médicos generalistas, los profesionales sanitarios que trabajan fuera de los centros de salud y otros servicios como las escuelas, los servicios sociales y la ayuda humanitaria de emergencia que distribuye alimentos y agua y que proporciona cobijo o vivienda.

TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN 

Para llevar a cabo el proceso de intervención, se tienen en cuenta las siguientes técnicas:

Técnicas de relajación/control de la activación emocional (RodrigueZ, García, & Cruz, 2005)

  • La relajación progresiva de Jacobson
  • El entrenamiento autógeno
  • La meditación
  • Técnicas de respiración
  • Técnicas de Biofeedback

Técnica de Desensibilización sistemática

Es considerada como una técnica pionera en la modificación de la conducta, desarrollada por Joseph Wolpe en 1958 y aplicada al tratamiento de las fobias. Se trata del procedimiento de la extinción, al exponer al paciente al estímulo fóbico se obtiene la desaparición de la respuesta de ansiedad (Vallejo & Vallejo, 2016).

Técnicas de exposición e inundación y Técnicas operantes

Se denomina así al conjunto de técnicas de extinción de las respuestas de evitación, que coincide prácticamente con el objeto demuestra de atención. Hay tres tipos de inundación: tipo 1) consiste en romper la relación de contingencia entre la respuesta de evitación y la terminación del estímulo condicionado; tipo 2) consiste en el bloqueo o prevención de la respuesta mediante algún obstáculo físico, en la exposición constante del organismo al estímulo condicionado y en la omisión del estímulo aversivo; tipo 3) se impide la realización de la respuesta retirando de la situación experimental el elemento físico que permite esta realización, se expone al organismo al SC y se omite el estímulo aversivo (Fernández, 2007).

Procedimientos operantes básicos:

  • Reforzamiento positivo
  • Reforzamiento negativo
  • Castigo positivo
  • Castigo negativo
  • Extinción




DIAGNOSTICO O  SITUACIÓN PROBLEMA 

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), se distingue por ser una enfermedad que afecta la salud mental, que es originada por una situación que causa terror o pánico en las personas. Dicha situación puede haber sido experimentada o vivenciada directamente. La clasificación de los síntomas asociados al TEPT se vienen describiendo desde 1952 con la publicación del DSM I, cuyo referente principal era precisamente la "gran reacción de estrés" (Carvajal, 2002). Con el paso del tiempo, se fueron determinando más criterios, los cuales fueron consignados en los respectivos DSM. De esta manera, se mencionan algunos síntomas como:

La respuesta de temor, desesperanza u horror intensos, Sensación subjetiva del embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional. Reducción del conocimiento de su entorno (por ejemplo, estar "aturdido"). Desrealización. Despersonalización. Amnesia disociativa. Evitación de estímulos que recuerdan el trauma. Ansiedad o aumento de alerta. Deterioro social, laboral. Interfiere en la capacidad para llevar a cabo tareas indispensables.  

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO Y APOYO

  1. Sigue tu plan de tratamiento. 
  2. Infórmate acerca del trastorno de estrés postraumático
  3. Cuídate. 
  4. No te automediques. 
  5. Rompe el ciclo. 
  6. Continúa en contacto. 
  7. Considera unirte a un grupo de apoyo

Tratamiento psicológico del Estrés Postraumático

El inicio de cualquier tratamiento requiere como lo afirma (Díaz, 2017 ): 

  • Una valoración diagnóstica precisa
  • Un conocimiento exhaustivo de los factores implicados en el origen y desarrollo del problema: antecedentes, factores desencadenasteis, factores predisposicionales, factores de mantenimiento, soluciones intentadas, etc.
  • Un conocimiento suficiente del paciente y sus circunstancias: grado de deterioro de la salud y el bienestar, incapacitación e interferencias en planes de acción o estatus significativos para la persona, recursos personales, atribución de capacidad y eficacia, rasgos destacados de la personalidad y del sistema de valores, estado emocional general, etc.
  • La formulación de un esquema explicativo que identifique las variables más relevantes del caso, las relaciones críticas entre ellas, y el proceso que han ido siguiendo a lo largo del tiempo.
  • El establecimiento de una relación adecuada entre el paciente y el especialista que les permita trabajar juntos de manera eficiente: reconocimiento mutuo, comunicación eficaz, confidencialidad, seguimiento de prescripciones etc.
  • Finalmente, en función de todo lo anterior, el establecimiento de unos objetivos evaluables y unos medios convenientemente ordenados y secuenciados. Estos últimos, los medios y su despliegue, en función de la demanda formulada por el paciente, son los que constituyen el tratamiento propiamente dicho.

La intervención terapéutica conjuga, normalmente, tratamientos específicos, en función del diagnóstico principal, con otros de carácter más general o contextual, en función de las características personales y circunstancias del paciente. Normalmente, las primeras intervenciones van encaminadas a reducir los síntomas de ansiedad y la incapacitación que producen. Posteriormente se analizan y tratan los factores que originan y/o mantienen la ansiedad y otras alteraciones que puedan acompañarla.(p.7). 


Tratamientos específicos del estrés postraumático 

Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia en el tratamiento específico del estrés postraumático son los basados en procedimientos cognitivo-conductuales, si bien es un ámbito en el que se requiere mucha más investigación. Se ha de tener en cuenta, no obstante, que el tratamiento puede presentar diferencias ostensibles de un caso a otro, no sólo, como es natural, en función de las características de las personas, sino también en función de los hechos traumáticos desencadenantes: no produce los mismos efectos una agresión sexual, que una catástrofe natural, o el choque de dos trenes. He aquí una relación de aquellas técnicas consideradas más efectivas según lo asevera (Bonilla, 2016):

  • Disposición de recursos de contención, que lleven al pacientes a sentirse atendido y entendido, expresarse libremente, o poder depositar, y en cierto modo descargarse, sus miedos o inquietudes.
  • EMDR: Desensibilización y Reproceso por el Movimiento de los Ojos. La aplicación de esta técnica parte de la premisa, para el Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD), de que la ansiedad se debe a que la información acerca del evento traumático permanece sin haber sido procesada, manteniendo bloqueados las cogniciones, conductas y sentimientos acerca del evento. La EMDR facilitaría el reprocesamiento del recuerdo traumático, mediante la reconstrucción cognitiva del evento, asociada a la inducción en el paciente de movimientos oculares sacádicos, y otras formas de estimación bilateral.
  • Información al paciente sobre la naturaleza del estrés postraumático: mecanismos básicos, funcionalidad y disfuncionalidad, explicación sobre los síntomas y su alcance, relaciones entre pensamiento, emoción y acción.
  • Medicación: normalmente en combinación y como apoyo del tratamiento psicológico. Los medicamentos que hasta la fecha han demostrado una mayor eficacia, tanto en el periodo inicila de estrés agudo, como posteriormente, son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) y los antagonistas de receptores 5-HT2 (nefazodona). El tratamiento farmacológico ha de estar siempre prescrito y supervisado por el médico.
  • Identificación y neutralización del procedimientos contraproducentes, utilizados por el paciente para regular su problema, pero que, en realidad, contribuyen, no a la solución, sino al mantenimiento del problema. Para más información sobre estos procedimientos puede consultarse el apartado Ir de mal en peor del menú de la izquierda.
  • Entrenamiento en relajación: respiración diafragmática lenta y relajación muscular progresiva.
  • Exposición controlada y progresiva a situaciones temidas, normalmente de forma imaginaria. La exposición en un primer momento activa el miedo presente en los recuerdos traumáticos, después permite al paciente tener una experiencia correctora en ausencia de consecuencias aversivas.
  • Técnicas cognitivas: reestructuración interpretaciones catastróficas, control pensamientos automáticos, manejo de la culpabilidad, sobreestimación de la probabilidad de ocurrencia de un hecho negativo. Para favorecer estos cambios es frecuente utilizar ejercicios estructurados,» experimentos conductuales», cuestionamiento de hipótesis mediante «diálogo socrático» o contrastes con la evidencia, etc.
  • Optimización de los apoyos sociales y afectivos. Comunicación de los hechos y vivencias traumáticas.
  • Desarrollo de habilidades de afrontamiento para situaciones específicas. Poner el acento en lo que se quiere que pase, más que en evitar lo que no se desea que ocurra, en una situación dada
  • Grupos de ayuda mútua y/o materiales de autoayuda, como complemento de la terapia.(p.9). 

Estos son algunos de los recursos terapéuticos más conocidos y probados en el tratamiento del estrés postraumático. Se ha de tener en cuenta no obstante, que estos trastornos pueden venir asociados a otros problemas, que requieren también un abordaje, en el contexto de un tratamiento integrado y convenientemente articulado. El tratamiento, en rigor, no lo es del estrés postraumático , sino de la persona que lo padece, en relación, naturalmente, con la demanda que efectúa.

Los tratamientos suelen desarrollarse individualmente, aunque en algunos en ocasiones, en función del caso y del momento, puede estar indicada la terapia grupal. La duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos casos pueden ser más largos, dado que algunos casos se cronifican.

Los manifestaciones de estrés postraumático suelen aparecer varias semanas después de la ocurrencia de los hechos desencadenantes. Diversos estudios indican que si, en ese periodo previo, los afectados reciben asistencia, se reduce drásticamente la posibilidad de desarrollar el trastorno.(Bonilla, 2016,p.7). 

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